Nueva revisión de la norma de gestión ambiental
Ya se encuentra en vigencia la última versión de la norma ISO 14001


La nueva versión de la norma de gestión ambiental, ISO 14001, plantea nuevos enfoques.
A continuación, les contamos algunos de los cambios más significativos

Gestión ambiental estratégica

En la nueva edición de ISO 14001 cobra un mayor protagonismo la gestión ambiental en procesos de planificación estratégica. Para ello se ha incorporado un nuevo requisito que sirve para entender el contexto de la organización e identificar y aprovechar oportunidades. Esto se traducirá en un beneficio para la organización y para el medio ambiente.
En este sentido la norma se centra especialmente en problemas o cambios en las circunstancias ligadas a las necesidades y expectativas de las partes interesadas, en las condiciones ambientales locales, regionales o mundiales, que pudieran afectarle a la organización.
A estos se les debe otorgar la prioridad adecuada e integrar las acciones para mitigar riesgos y explotar oportunidades en la planificación operativa del Sistema de Gestión Ambiental.
Lo que se conseguirá con estos cambios es que los grupos de interés estén más
implicados en el proceso.
El capítulo del que estamos hablando es el número cuatro, y en él se plantea la necesidad de que las organizaciones identifiquen cuáles son sus problemas, tanto externos como internos, y cuáles de ellos son los más críticos a la hora de alcanzar sus objetivos y conseguir los resultados deseados.
Un aspecto importante a incluir es tanto la identificación de los grupos de interés más relevantes: trabajadores, accionistas, clientes, vecinos… como la determinación de las necesidades y expectativas de los grupos identificados.
Esos factores juegan un papel esencial en el establecimiento del alcance del Sistema de Gestión ambiental.

Debido a que la implementación de un Sistema de Gestión Ambiental es una decisión estratégica, la alta dirección debe estar implicada totalmente al igual que en cualquier otra actividad vinculada a la estrategia.
La norma está más enfocada hacia el negocio, lo que implica que la gerencia tome un alto nivel de compromiso. Lo que se quiere conseguir es que no solo se hable de aspectos técnicos sino que también hable de resultados y de estrategias de mercado.
Esta información está contenida en el capítulo cinco, “Liderazgo”. Se trata de una cláusula que aborda temas de liderazgo y compromiso, la política ambiental y los roles, responsabilidades y autoridades de la organización.
Una empresa comprometida con su Sistema de Gestión Ambiental tendrá que asumir responsabilidades para aumentar la eficacia del mismo, asegurar que se cumple la política ambiental, que se alcanzan los objetivos ambientales, debe comprometerse en utilizar solo los recursos necesarios, debe comunicar a toda la empresa la importancia de realizar una eficaz gestión de los recursos, confirmar que el Sistema de Gestión Ambiental consigue el resultado previsto y consigue el apoyo necesario y promover la mejora continua del mismo.
En la política ambiental se incluye el compromiso por parte de la organización de prevenir la contaminación y apoyar la protección del medio ambiente.

Desempeño ambiental

La nueva norma trae una mejora del desempeño ambiental del sistema y se le da mayor presencia al concepto de indicador, gracias al énfasis añadido a la mejora continua del mismo.
Este cambio está apoyado por los compromisos políticos de la organización como por ejemplo la reducción de emisiones, vertidos y residuos en los niveles que la propia organización establezca.
En todos los países existe una normativa ambiental cuyo cumplimiento, con la nueva edición de ISO 14001, será más estricto. La norma establece que la organización deberá comunicar cuál es el enfoque y el mecanismo que van a utilizar para dar cumplimiento a la legislación ambiental aplicable.
La mejora del desempeño ambiental introduce un concepto nuevo, el de cadena de valor basado en el impacto ambiental que genera la organización.

La perspectiva del ciclo de vida

Las organizaciones estarán en la obligación de ampliar su control e influencia sobre los impactos ambientales desde la obtención o producción de materias primas hasta el tratamiento último del producto al final de su vida. Esto es lo que se llama análisis del ciclo de vida.
En la cláusula 6.1.2 “Aspectos ambientales significativos” se señala que la organización deberá identificar los aspectos ambientales e impactos de sus actividades, productos y/o servicios teniendo en cuenta la perspectiva del ciclo de vida.
Establece el proceso que una organización debe utilizar para identificar sus aspectos ambientales y los impactos que éstos llevan asociados.
La identificación de aspectos ambientales debe aplicarse desde una perspectiva de ciclo de vida, esto no quiere decir que se requiera de una evaluación detallada del ciclo de vida sí, solo la consideración del mismo.
La organización puede obtener esta información directamente por sí misma o a través del proveedor de sus productos o servicios.
Un ciclo de vida está compuesto normalmente por etapas típicas como la extracción de materias primas, el diseño, la producción, el transporte, el uso y el tratamiento final de su vida útil. No obstante, estas etapas variarán según la actividad, producto o servicio de la organización.

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